lunes, 17 de diciembre de 2007

Sin nombrarte, para no perderte...

Construimos una idea con el sentido exacto de una realidad aún no vista. Contamos los conceptos que podemos unir para descifrar sus partes y así comprender los colores que se nos escapan de la paleta. Mimetizamos una interpretación del mundo con las palabras que se han dedicado a explicarlo. Vastas son las formas para querer atraparlo y pocos los caminos que conozco aún para poder tocarlo.
Con algo que algunos llamaríamos miedo, decido, no hasta ahora, sino a partir de ahora, traspasar el temor que me provocas tú: hoja en blanco. Lucharé contra tu anchura, manifestando el abordaje incierto que me provoca cada línea. Descomponiendo el sentido estricto de tus extremidades, tendré en ti dialogo. Reconozco la ambición que guarda el momento que no elegí para comenzar. Hoy lo hago sin pensar en dónde, para no identificar el cómo y poderme preguntar por qué.

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